Llançà es un pequeño pueblo de pescadores situado en la Costa Brava, a solo 15 km de la frontera con Francia. Popular gracias a su ambiente relajado, sus pequeñas y escondidas calas de agua transparente y su proximidad con parajes naturales como el Cap de Creus y la Albera, se ha convertido en los últimos años en un popular destino vacacional.
Cosas que hacer en Llançà
Llançà cuenta con 7 kilómetros de costa para todos los gustos. La playa del Port y la de Grifeu son playas grandes de arena fina, ideales para un día en familia, pero si te apetece algo más tranquilo puedes recorrer a pie el camino de ronda hasta alguna cala de rocas más apartada.
Si quieres aprovechar tus vacaciones para practicar algún deporte acuático, la escuela Windiscovery, te ayudará a convertirte en un experto del windsurf, paddle surf, vela o catamarán. Y si prefieres alejarte del agua un rato puedes realizar una excursión a pie o en bicicleta hasta el Parque Natural del Cap de Creus.
Por la tarde nada mejor que acercarse al puerto de Llançà para ver llegar los barcos de pescadores o ir a la lonja a ver la subasta del pescado. Después se puede degustar pescado fresco en alguno de los varios restaurantes de la zona, como el popular restaurante El Vaixell.
Pero no te vayas de Llançà sin dar una vuelta por el centro del pueblo, con su encantadora Plaza Mayor, en la que se alza la emblemática Torre Románica del s. XIII. Cerca se encuentra también la iglesia parroquial de Sant Vicenç, del s. XVIII, y si tienes tiempo también merece la pena acercarse a la iglesia de San Silvestre de Valleta, situada en las afueras en un entorno idílico.
Cómo moverse por Llançà
Puedes moverte por Llançà caminando o en taxi, y en verano dispones de un servicio de autobús que conecta los diferentes puntos del pueblo con las playas. El pueblo dispone también de una estación de tren por la que pasa la línea de Barcelona a Portbou. El aeropuerto de Girona se encuentra a 71 km.