Este pueblecito blanco suma antigüedad y modernidad de forma natural y desenfadada en sus dos núcleos urbanos; puedes recorrer su casco antiguo y sumergirte en la historia o bajar a las playas y abandonarte al placer de tumbonas al sol, bares de cócteles y las discotecas más espectaculares y frecuentadas de la costa almeriense.
Cosas que hacer en Mojácar
Mojácar pueblo está encaramado en una colina de las últimas estribaciones de la sierra de Cabrera, que muere en el mar. Esta piña de casitas encaladas y serpenteantes callejuelas es todo un espectáculo para la vista; las fachadas se visten de los vivos colores de los geranios y las buganvillas, y por doquier encontrarás el símbolo del lugar: el hombre indalo. Deléitate en rincones como el del Torreón, la Puerta de la Ciudad o el mirador de la plaza Nueva.
En Mojácar playa podrás abandonarte a los placeres de sus largas playas bordeadas de todo aquello que se te pueda antojar, desde tiendas y hoteles hasta restaurantes, pubs y discotecas de infarto; la fama que precede a Mojácar en cuanto a la vida nocturna está justificada. No obstante, si quieres algo excepcional, también puedes ir a calas vírgenes como la del Sombrerico, un espacio natural protegido que te cautivará.
Si esta cala ha abierto tu apetito por la naturaleza, tienes muchas opciones, puedes explorar la sierra de Cabrera, que se yergue tras el pueblo, y deslumbrarte con sus luminosos paisajes, o aventurarte al cercano Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, una excursión obligada si estás por la zona.
Cómo moverse por Mojácar
Puedes llegar en autobús desde Almería y otras provincias españolas y, además, el aeropuerto de Almería está a una hora de Mojácar. Para moverte por los distintos núcleos de la población, dispones de autobuses urbanos que paran en los principales puntos. En cualquier caso, explorar la región en coche es siempre una buena idea, dado todo lo que tiene que ofrecer la provincia.