Entre los altos picos de los Pirineos se alza la capital del pequeño Principado de Andorra. Su carácter fronterizo entre España y Francia, los increíbles paisajes que la rodean, su milenaria historia y su calidad como destino de esquí han hecho de Andorra la Vella un lugar excepcional e imprescindible.
Cosas que hacer en Andorra la Vieja
Ubicada entre las nevadas cumbres pirenaicas, Andorra la Vella es principalmente conocida como destino de invierno por sus magníficas estaciones de esquí, entre las que destacan la de Grandvalira, con unos despampanantes 210 km de pistas esquiables, y la de Vallnord. Después de deslizarse por sus pendientes, ¿a quién no le apetece entrar en calor en los mayores baños termales de Europa? No dudes en acercarte a Caldea y dejar que sus aguas de propiedades curativas te renueven por dentro y por fuera.
Si además te apetece algo de cultura, la tendrás a tu alcance en el casco antiguo de la ciudad. Sus calles empedradas acogen restaurantes, galerías y tiendas que explorar, pero además preciosas iglesias medievales como la de Sant Andreu o la de Santa Coloma, y la imprescindible Casa de la Vall, una imponente casa solariega del siglo XVI que puedes visitar por dentro.
La gastronomía es otro atractivo de Andorra que no te puedes perder. La escudella es un puchero emblemático de la zona, cuyo carácter montañés es palpable en la mesa, así que no dejes de probar una deliciosa carne de caza a la brasa con el típico alioli de membrillo o unas exquisitas setas. Hablando de montaña… si te has quedado con ganas de más, dirígete al valle de Madriu-Perafita-Claror, un valle glaciar de una belleza espectacular declarado patrimonio mundial por la Unesco.
Cómo moverse por Andorra la Vieja
La ciudad puede recorrerse a pie fácilmente y para salir hacia otros destinos del país o llegar hasta Francia o España dispones de líneas de autobuses nacionales e internacionales. Además, el aeropuerto de Andorra–La Seu d'Urgell, ya en la provincia de Lleida, se encuentra a solo 30 kilómetros.