Zaragoza ha sido Salduie, Caesaraugusta y Sarakosta. Las huellas de su historia milenaria y de las culturas que la han habitado se encuentran por doquier en esta ciudad, que descansa a las orillas del Ebro y acoge al visitante con los brazos abiertos.
Cosas que hacer en Zaragoza
La mezcla de culturas que han pasado por Zaragoza es ostensible en el impresionante Palacio de la Aljafería, que pasó de alcázar a sede de las cortes aragonesas. Desde aquí puedes cambiar de zona y visitar el Patio de la Infanta, una casa renacentista con un patio bellísimo que acoge exposiciones y el Espacio Goya, donde podrás ver obras del maño más ilustre.
Los monumentos de visita obligada en Zaragoza son sin duda el templo de la insigne patrona de la ciudad: la Basílica del Pilar, una espectacular construcción barroca que es un centro de gran devoción en todo el mundo católico, y la Seo o catedral de San Salvador, construida sobre el antiguo foro romano, cuyos restos puedes visitar en el moderno museo que hay en la plaza.
Cuando te canses de pasear la ciudad, dirígete al Tubo. Así es como se denomina a un conjunto de estrechas calles del casco viejo donde encontrarás el epicentro del tapeo y las tascas con más solera de la ciudad. Para reposar el atracón, no hay nada como ir hasta el enorme Parque Grande José Antonio Labordeta y deambular entre estatuas, fuentes, setos y tranquilos senderos.
Cómo moverse por Zaragoza
El casco antiguo se puede recorrer perfectamente a pie. Si quieres llegar a puntos más alejados de la ciudad, dispones de autobuses urbanos y tranvía. Llegar a Zaragoza es muy fácil dada la cercanía de grandes ciudades como Madrid o Barcelona, puedes hacerlo en tren, autobús o avión.